La urgencia llega después de que Rajoy fuera presionado el pasado martes por el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, en su visita a Madrid, según confirman fuentes cercanas a Moncloa. Al presidente permanente de la UE no le bastó el plazo del 10 de febrero para dar luz verde a las reformas que Rajoy se marcó en la rueda de prensa conjunta.
Con los deberes hechos
Bruselas quiere contundencia para evitar un nuevo capítulo en la crisis de la deuda que contagie a España, teniendo en cuenta que el déficit público cerrará 2011 dos puntos por encima de los que estaba previsto (cerca del 8 por ciento del PIB), que las previsiones del FMI y del Banco de España apuntan a una recesión profunda de la economía española y que Standard & Poor’s ya rebajó la calificación de la deuda hasta ‘A’.
Además, la prima de riesgo española, que cerró ayer en 349 puntos básicos, ha visto en sólo una semana cómo se acortaba a la mitad la distancia que le separaba del diferencial de la deuda italiana con el bono alemán, que está en 413 puntos básicos.
En este contexto y pese a que el Gobierno argumenta que el principal examen, las subastas del Tesoro, se ha aprobado, Rajoy puso la maquinaria en marcha en la Comisión Delegada para Asuntos Económicos que presidió el jueves.
El fin de semana, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ya confirmó que este viernes seguro se aprobará la Ley de Estabilidad Presupuestaria. Así, Rajoy llevará bajo el brazo a Bruselas el compromiso de España con la regla de oro, que será uno de los dos grandes puntos en el orden del día, teniendo en cuenta que nuestro país fue pionero en introducir -con el acuerdo de los dos grandes partidos- el techo de gasto en la Constitución en julio. Esta ley supone además un respiro para Europa que ve clave que la obligación se amplíe a las autonomías que, según Génova, tuvieron un desvío del déficit del doble de lo estimado en 2011.