Bilbao. Cada día son más los turistas que demandan poder viajar y hospedarse junto a su animal de compañía, y como las leyes de la economía predicen, cuando la demanda aumenta, la oferta le sigue el juego. Por eso, desde 2001 se ha recogido en Bizkaia un leve pero constante incremento en el número de establecimientos que permiten al cliente alojarse junto a su animal.
Según el informe anual publicado por la Fundación Affinity, entidad que se centra en el patrocinio de campañas para la protección de animales, el 20% de los hoteles vizcainos permiten alojar animales dentro de sus instalaciones. Atendiendo al listado publicado por la fundación citada, de los 185 hoteles contabilizados por Eustat, 38 de ellos facilitan este tipo de servicio a sus clientes. Sin embargo, DEIA ha podido comprobar que dos de los hoteles que se incluían en el listado publicado por la asociación no disponen de este servicio y otro, “solo hace excepciones”.
En lo que a agroturismos y casas rurales respecta, de los 126 establecimientos ofertados en Bizkaia solo catorce permiten el acceso a mascotas. En el caso de los campings, cinco de los seis contabilizados dan esta posibilidad a sus clientes, lo cual convierte a este tipo de alojamientos en el mejor lugar para hospedarse junto a un animal de compañía. En todo el territorio de Euskadi, la Fundación Affinity ha contabilizado casi una centenar de hoteles con posibilidad de alojamiento de animales, lo que supone un incremento del 30% desde que en 2001 la asociación proanimal empezara a publicar anualmente esta serie de datos. Aun así, las principales cadenas hoteleras siguen cerrándose a ofertar estos servicios.
Requisitos Casi todos los establecimientos consultados coinciden en que el alojamiento para mascotas es “un servicio más” de todos los que ofrecen, pero aun así, a los clientes se les suele exigir una serie de requisitos mínimos que ha de cumplir el animal para garantizar la buena convivencia con los demás usuarios.
Almudena Fraile, responsable de calidad del Gran Hotel Domine Bilbao, señala que “solo admitimos perros de menos de 20 kilos y el cliente se tiene que comprometer a no dejar al animal solo en la habitación y a no pasear con él por las zonas nobles del edificio”. En el Gran Hotel Bilbao, situado en Atxuri, los requisitos de peso son aún más estrictos: solo pueden entrar perros y gatos con un peso máximo de quince kilos. De todos los establecimientos consultados, ninguno dispone de un lugar específico para el alojamiento de mascotas, por lo que los animales duermen en la propia habitación, junto a sus dueños. Sin embargo, el cliente ha de avisar al realizar la reserva que va a acudir con una mascota para que “la habitación sea acondicionada”, recalca Alberto Pérez, director de alojamiento del hotel Indautxu.
Respecto a la nacionalidad de quienes más a menudo viajan con animales, por lo general no hay un patrón preestablecido, pero en varios establecimientos coinciden en que “suelen ser extranjeros”.
En el pequeño hotel Petit Palace Arana concuerdan con lo señalado por los responsables del Gran Hotel Domine. “Vienen muchos franceses”, confirman. A pesar de ello, los clientes que solicitan poder alojarse junto a su mascota de momento no suelen representar un gran volumen del total de hospedados, “en torno a un 15 o 20%”. Esto se debe en parte a que para quienes se alojan en un hotel urbano, la entrada a edificios públicos o abiertos al público queda vetada por la presencia de su mascota, lo cual echa atrás a muchos turistas.
Campo Respecto a los campings y los agroturismos, el número de clientes que disfruta su estancia junto a sus animales de compañía representa una cifra mayor del total. “Casi un 40 o 50% de los clientes viene con perros” señala uno de los responsables del Caserío Angoitia, en Zeanuri. “Al ser una casa rural, debe haber animales”, remarca.
En el camping Leagi, en Lekeitio, “solo se admiten mascotas en el área de acampada, pero no en lo bungalows” y el único requisito, “es que vayan atados” indica Naia Soraluze, recepcionista del centro. Además, a diferencia de los demás establecimientos consultados, en el camping Leagi disponen de “un sitio específico para bañar a las mascotas”, porque, como las estancias suelen ser más largas que las de un hotel o una casa rural, el animal necesita una serie de cuidados.