Por otra parte, el informe recoge medidas para la «atención individualizada», como programas de mejora del aprendizaje y rendimiento en 2º y 3º de ESO para alumnos más rezagados o programas de cualificación profesional de dos años tras cursar 3º de ESO (accesibles en 2º de ESO para los mayores de 15 años) para alumnos con «dificultades de adaptación o situación socieo-económica desfavorable».
Además, este nuevo proyecto intentará «fomentar la empleabilidad» a través de medidas dirigidas a potenciar los programas de formación profesional, como la implementación de una ‘FP dual’ en la que se incrementará el porcentaje de formación en empresas (prácticas) más allá del actual 33% del total del curso. También, el objetivo de conseguir el título de ESO a través de la cualificación profesional se cambiará por enseñanzas guiadas a ofrecer al alumno un mínimo de conocimientos profesionales.
En relación a estos programas, el estudiante tendrá que pasar un examen en el propio centro educativo para ingresar en un curso superior desde cualificación profesional a un módulo de FP de grado medio, o de un grado medio a un grado superior de FP.
Otro de las novedades que desgrana el borrador es la concentración de esfuerzos en «materias instrumentales» como Matemáticas, Ciencias y comprensión lectora. La ley prevé aumentar la carga lectiva en estas asignaturas desde primaria a bachillerato, y reducir el número de vías alternativas en bachillerato a 5 (ciencias e ingeniería, ciencias de la salud, humanidades, arte y ciencias sociales).